El 07 de junio llega a salas españolas La última sesión de Freud, película que retrata una imaginaria conversación entre Sigmund Freud y C. S. Lewis sobre la existencia de Dios tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. La película es una adaptación cinematográfica de una obra de teatro homónima, escrita por el dramaturgo, escritor y guionista Mark St. Germain.
Anthony Hopkins es Sigmund Freud
Uno de los pilares en los que se asienta La última sesión de Freud es un reparto de primera fila, a la altura de los personajes históricos originales y de la factura de gran película que el equipo ha buscado reflejar en la cinta desde el primer momento.
Evidentemente, en este sentido, el peso recae sobre los hombros del veterano actor y caballero británico sir Anthony Hopkins, que vive un momento dorado en el ocaso de su trayectoria.
La carrera de Hopkins comenzó en 1968 con un papel en el drama histórico medieval El león en invierno. No fue hasta los años noventa cuando se consagró como el referente interpretativo que es hoy en día, gracias a su papel en El silencio de los corderos (1991). Desde entonces, ha combinado ambiciosos desafíos interpretativos con participación en producciones más ligeras que le permiten disfrutar del cariño del público. Curiosamente, en 1993 Hopkins interpretó a C. S. Lewis en la película de sir Richard Attenborough Tierras de penumbra, centrada en la relación de Lewis con la que sería su esposa en los años cincuenta, Joy Gresham.
Y aunque a sus ochenta y tres años, Hopkins podría haber optado por el retiro o por una mayor comodidad en sus papeles, sin embargo, sigue afrontando retos. 2020 supuso un año clave en este sentido, su papel en The Father, interpretando a un hombre con demencia, le valió un segundo Oscar a Mejor Actor y un redescubrimiento de sus cualidades dramáticas. En esta línea se han movido también algunos de los principales papeles de Hopkins de estos últimos años, como acreditan sus últimos largometrajes, Los niños de Winton y La última sesión de Freud.
Matthew Goode es C. S. Lewis
El Freud de Hopkins recibe la réplica de un C. S. Lewis interpretado por el británico Matthew Goode. Tras algunos pequeños papeles en televisión, el debut de Goode como protagonista tuvo lugar en 2003, en la película española Al sur de Granada, donde interpretaba a un joven británico que se traslada a la España rural de comienzos del siglo XX.
De ahí saltó a protagonizar comedias románticas (Chasing Liberty, 2004), con una serie de papeles que apuntaban a que podía convertirse en el nuevo galán de comedia, hasta que en 2005 dio un salto radical en su filmografía, poniéndose a las órdenes de Woody Allen en un papel secundario en Match Point.
A partir de aquel momento comenzó a alternar papeles más desenfadados con participaciones en dramas históricos y adaptaciones literarias hasta 2009, año en el que viviría un auge de popularidad gracias a su papel de Ozymandias en Watchmen, la adaptación a gran pantalla del cómic de Alan Moore llevada a cabo por Zack Snyder.
En la última década, Goode se ha prodigado tanto en cine como en televisión, confirmando su versatilidad en todo tipo de papeles y proyectos, desde su participación en Downtown Abbey hasta películas familiares, pasando por películas como Stoker (2013), donde se puso bajo la dirección del coreano Park Chan-wook, un papel secundario en el biopic sobre Alan Turing The imitation game (2014), o su participación en The King’s Man (2021), la última entrega de la saga basada en los cómics de Mark Millar y Dave Gibbons.
Un elenco a la altura de las circunstancias
Aunque el planteamiento de la obra y de la película invitan a pensar en el duelo interpretativo entre Hopkins y Goode, lo cierto es que ambos se ven acompañados por un elenco de secundarios de excepción, que expanden los horizontes de la narración fuera del despacho de Freud a través de flashbacks y otros recursos.
En este sentido, una de las primeras interpretaciones a destacar es la de la alemana Liv Lisa Fries como Anna Freud, hija del psicoanalista, que mantiene una relación de codependencia con su padre. Fries es conocida sobre todo en Alemania, donde ha participado en algunas series y películas de gran éxito, entre las que destaca el drama policíaco Babylon Berlin.
El personaje de Fries permite también explorar la relación de padre e hija con la pareja de esta, Dorothy Burlingham, interpretada por la sudafricana Jodi Balfour, protagonista de la serie histórica canadiense Bomb Girls y también conocida por sus participaciones en series como The Crown (donde interpretó a Jackie Kennedy), True Detective o, más recientemente, Ted Lasso.
También destaca en la cinta la manera en que se retrata a los Inklings, el grupo literario que surgió en el seno de la Universidad de Oxford como punto de reunión de varias personalidades literarias muy vinculadas a la literatura clásica, la fantasía y con un marcado carácter cristiano. Entre ellos destaca el autor de El señor de los anillos, J. R. R. Tolkien, uno de los miembros más destacados del grupo y amigo íntimo de Lewis, quien es interpretado en la película por Stephen Campbell Moore, a quien pudimos ver en Downtown Abbey, Johnny English Reborn o la adaptación de 2010 de Ben Hur.
El biógrafo de Freud, Ernest Jones, también tiene un papel destacado en la película. Lo encarna Jeremy Northam, que comenzó su carrera como actor en uno de los registros más clásicos del teatro, como es el Royal National Theatre, donde ocupó el papel de Hamlet tras la salida de Daniel Day-Lewis. En los noventa se caracterizó por papeles en dramas de época en la industria británica (Cumbres borrascosas, Emma), antes de dar el salto a Hollywood con The Net (1995) y participar en películas como Gosford Park, Posesión o El hombre que conocía el infinito.
Finalmente, cabría destacar también el papel de Orla Brady como Janie Moore, la madre de uno de los mejores amigos de Lewis, que cuidó al muchacho a su llegada a Oxford y con quien mantuvo una compleja relación a lo largo de décadas.